Queremos crecer, evolucionar como empresa, posicionarnos en el mercado y ser reconocidos, tener autoridad ante nuestros clientes y competidores. A tal fin cada nuevo ciclo nos fijamos un objetivo claro y realizamos la planificación de los pasos a seguir para alcanzarlo. Evaluamos el mercado, consideramos las variables a tener en cuenta, las métricas a utilizar y coordinamos acciones.
A veces el resultado, se demora en llegar y nos cuestionamos, pensando ¿Qué nos faltó?, ¿Cuál es la razón por la cual no lo logramos? y como reacción aparentemente lógica comenzamos a tomar medidas más duras, y a aplicar presión.
¡Cómo cuesta alcanzarlo! ¿Verdad?
Se hace un camino cuesta arriba y el contexto entero se empieza a resentir. Más hacemos y más lejos parece estar el resultado.
Justamente, te has enfocado en el resultado y no está mal. De hecho, hablamos de mantener el enfoque hacia aquello que queremos lograr, y en todo este proceso, nos hemos olvidado de un factor muy importante: EL CAPITAL HUMANO.
La motivación es un eslabón clave del rendimiento de los colaboradores.
Y te dejo una pregunta ¿Sabes realmente aquello que los motiva?
No te confundas, no siempre es el incremento del pago, o el pago extra.
Los colaboradores cómo seres humanos tienen muchas necesidades; obviamente que el salario es una de ellas, también la vivienda, y el vivir en comunidad.
Te vuelvo a preguntar ¿Conoces en las condiciones en las que viven los trabajadores de tu empresa? ¿Sabes que tan felices están de formar parte de tu organización?
También poseen necesidades de autorrealización ¿Se sienten ellos tenidos en cuenta? ¿Tu empresa le está brindando capacitación, no sólo por el trabajo en sí mismo, sino para que, se sienta que aprende, que puede, y mejore su autoestima? ¿Conoces aquellas cosas que son valiosas y significativa para ellos?
El colaborador se implicará con más energía y creatividad, en actividades que lo ayuden a satisfacer su amplia gama de necesidades; que sabe que tiene e incluso algunas que las vive y siente y no sabe que tiene.
El trabajo satisface las necesidades primarias, igualmente te propongo que actives la motivación brindando satisfacción a aquellas necesidades del SER, que tienen que ver con el sentido y el propósito.
Permítele que se sienta seguro, eso tiene que ver con la capacidad de tomar decisiones. Si todo el tiempo le estas diciendo lo que tiene que hacer, limita su potencial, lo desmotiva, e incluso pierde el compromiso y la responsabilidad.
Según mi propio observador, en el diseño de acciones realizado para alcanzar como empresas nuestros objetivos, no debemos olvidarnos la motivación como eslabón y como refresca memoria te propongo que observemos juntos a nuestro alrededor… verás que nuestro colaborador es un factor importante de esta ecuación.
LORENA LERDA
MENTOR COACH.